RITUAL DE LA LLAMA
DE LA PERSEVERANCIA.
EN ESTE MOMENTO SE APAGAN LA LUCES.
Tinieblas profundas y caos formaban el universo. Dios puso orden en ello y creo al hombre para que reinara entre todas las criaturas. Pero el hombre estaba solo y le dio entonces una compañera.
Unidos emprendieron el peregrinaje que no termina todavía. Por amor cayeron y por ese amor grande tuvieron que enfrentar el golpe del tiempo con todos sus avatares, enfrentar a la bestia enfurecida, enfrentar la naturaleza, enfrentar su ignorancia y la inmensa oscuridad de su destino.
Como Dios les protegía, un relámpago brillo súbitamente y la chispa que llego del cielo prendió una luz en su sendero.
EN ESTE MOMENTO SE ENCIENDEN LAS LUCES
Desde esa remota etapa de la historia marchamos en pos de la luz, porque su claridad nos marca la ruta hacia el bien, hacia la paz, hacia el servicio. Quienes perseveren en su seguimiento alcanzaran el premio a su esfuerzo. Quienes la abandonen, volverán a las profundas tinieblas del principio de los tiempos.
"El fuego lo he traído, para colocarlo en el mundo y cuanto deseo que este permanezca encendido". Trascribe así el evangelista las palabras bíblicas. Fuego en nuestros principios, fuego en nuestras sanas costumbres, fuego en nuestros propósitos, fuego en nuestro afán de servir al hermano, fuego en la búsqueda de la paz. Fuego que debe permanecer encendido para alumbrar nuestro camino.
EN ESTE MOMENTO SE ENCIENDEN LOS CIRIOS DE LOS CONSAGRADOS.
Venid compañeros a encender vuestra llama. Llevadla hasta vuestros hogares, participad de ella a todos los humanos y procurad que nunca se extinga.
Venid a encender vuestra llama. Mantenedla encendida de las dificultades inevitables. Que ella ilumine el ámbito dentro del cual desarrolléis vuestras obras, y os haga sentir la satisfacción del triunfo en vuestros planes de servicio a los semejantes.
Mantened viva la llama de la perceverancia.
Acudid también a encender vuestra llama para que podáis ver con claridad la ruta que seguiréis transitando hacia las metas trazadas, en favor de vuestras vidas y del mejor servicio a los hermanos y a la patria
Mantened viva la llama de la perseverancia.
Vuestro es el turno de encender la llama. Seguid tras ella: el horizonte se despejará de tinieblas. El espacio será más amplio para ocuparos de vuestras familias y de las necesidades de la comunidad.
Mantened viva la llama de la perseverancia.
Acercaos. La llama os espera. Avivadla con vuestro espíritu y vuestra decisión de luchar honestamente a favor de la familia y de la patria. Que la llama de la perseverancia os fortalezca siempre.
Igualmente encended vosotros la llama. Para que el esfuerzo realizado lleve fuego a vuestros corazones, luz a vuestros hogares y paz, mucha paz, a las ciudades y los campos.
Mantened viva la llama de la perseverancia.
Al cerrar este ritual. Mantengamos presente la luz que guía e ilumina la inteligencia, procurad que jamás fallen vuestras fuerzas en pos de los cometidos que os tracéis. Que esta llama que ahora encendéis, permanezca siempre iluminando vuestro sendero en busca del bien y del servicio.
Mantened viva la llama de la perseverancia.
Alrededor de esta simbólica lumbre juntad vuestros pensamientos, vuestro entusiasmo y vuestra decisión. Prometed que os esforzareis porque las distancias entre hermanos se acorten y el ambiente dentro del Leonismo y Colombia sea mas propicio para quienes en ella hemos nacido, vivimos y seguimos laborando. Gravad en vuestras mentes y en vuestros corazones el lema universal del Leonismo
“NOSOTROS SERVIMOS”.
PDG. Vladimir Martínez Peña
